viernes, 20 de abril de 2007

Chusma mal acostumbrada

El otro día, antes de una reunión, me tuvieron esperando en una sala de esas en las que un monitor de plasma emite continuamente la señal de una cadena de televisión, sin posibilidad de apagarla o bajar el sonido. Era la CNN+ y retransmitía en directo la sesión parlamentaria de control al Gobierno, algo que, evidentemente, sólo puede interesar a un canal que debe rellenar 24 horas de parrilla diaria con (supuestas) noticias.

Cuando vinieron a buscarme, me encontraron completamente embobado delante de la tele, como si estuvieran emitiendo la mejor serie de intriga. Pero no, ¡era la sesión de control al Gobierno! Preocupado por haberme enganchado a semejante bodrio, me puse a analizar el porqué y hasta ahora no he llegado a una conclusión: porque lo que estaba viendo era telebasura pura y dura, y ya se sabe que ésta, por mucho que se la critique, seduce más que la serpiente de Adán y Eva.

Allí estaban, frente a frente, el trío de los Panchos -Rajoy, Acebes y Zaplana- y el dúo cómico-vocal Zapatero-Fernández de la Vega. Sus intervenciones se sustentaban en dos sólidos pilares intelectuales, resumibles en "a-todo-lo-que-digas-yo-respondo-y-tú-más" y "a-ver-a-quién-se-le-ocurre-el-insulto-más-ingenioso”. Todo ello, claro, jaleado por sus respectivas bandas de hooligans, prestas a aplaudir las sandeces del portavoz propio y a rebuznar ante las del contrario. Obviedades, demagogia y descalificaciones se sucedían en la pantalla, como si aquello fuera la tertulia de “A tu lado” o un debate de “Crónicas marcianas”. Parecía que en cualquier momento iba a aparecer Crispin Klander caminando a saltitos entre los escaños socialistas o la Bruja Lola encendiendo velas negras en las del PP.

Sometidas mis neuronas a un auténtico genocidio, una de las pocas supervivientes se preguntó: “¿Y no será que lo que le pasa a esta chusma es que está mal acostumbrada en sus comparecencias en público?” Por desgracia, falleció antes de contestar (ya digo que me encontraron en un estado cercano al vegetativo), pero, después de ver el programa de ayer en el que "la gente de la calle" hacía preguntas en TVE a Rajoy, creo que la respuesta es afirmativa.

Al líder del PP, por ejemplo, le preguntaron su sueldo, si iría a la boda de un hijo homosexual, si no le parecía mal que sus diputados se comportaran como ultrasures, si no mintió Acebes como Pinocho tras el 11-M, si no era una contradicción criticar la “realidad nacional” del estatuto catalán y no la del andaluz… y un largo etcétera de cuestiones que probablemente nadie había tenido nunca los cojones de plantearle.

Rajoy, Zapatero y fauna similar están habituados a hablar en mítines de seguidores entregados, en foros institucionales donde el respeto es obligado, en el Congreso con el respaldo de sus aficiones vociferantes, ante políticos de signo contrario tan limitados como ellos o frente a periodistas más preocupados por que no se les enfade el político, no vaya a ser que no les conceda la próxima entrevista. Así que tienen que llegar la señora Pepa de Lugo o el señor Paco de Almería a hacer las preguntas de verdad, las que los tertulianos llaman al día siguiente “incómodas”, reconociendo que las suyas rozarían la adulación.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres bueno, chicooooo. Me gusta mucho tu blog.

VOTE FOR PALANTINE.

Otis Driftwood dijo...

Pues anda que a mí el tuyo... Es EL blog de cine.

Anónimo dijo...

Me gustaría visitar ese blog....¿Cuál es la dirección?

Anónimo dijo...

Mi neurona uno ha contactado con la dos y ese chispazo milagroso me ha permitido llegar a la conclusión de que pulsando sobre vuestros nombres.......¡Oh sorpresa!...se llega a vuestras páginas. Sin duda, llegaré lejos en este mundillo de Internet.

Paesazeta dijo...

Hay otra España, otra bien distinta de la que muestran diariamente los medios de comunicación de nuestro país. Hay algo más al margen de Mariano Rajoi, Zapatero, Pepiño Blanco o Cachuli y la Pantoja. Es precisamente, el resto de ciudadanos a los que la jodida llamada agenda de los medios ignora y ningunea, a ellos y a sus verdaderas preocupaciones. Eso no vende. Uno lee diarios como El Mundo y después del juicio del 11M y los logros de Pedrojota queda un anoréxico periódico.
La España que se preocupa de vivir lo más dígnamente posible después de pagar a hacienda, por la subida del euribor, por los descalabros de la inflación en la cesta de la compra, por el enésimo crédito pedido pa pagar los estudios del niño, o pa terminar de alicatar el baño, esa España, no existe a los ojos de los que parten el balao.

En fin, una España, que a pesar de todo, se lo toma con humor y es capaz de levantarse cada mañana para ir a trabajar (por dos duros después de cinco años de carrera, dos de master, cursos en el extranjero e idiomas), jodidamente dormido, con la legaña hilvanada, y coje el coche (pagado en cómodos plazos mensuales a diez años), se chupa un atasco de tropecientos kilómetros y aún así entra en la oficina y saluda al jefe con un "buenos días". Y entonces piensas: -serán pa tí, explotador de mierda- págame más y deja de dar por culo, COÑO.