martes, 20 de marzo de 2007

Todo es empezar...

Pues sí, al final me he animado y heme aquí con mi flamante blog. Por ahora parece fácil. Apenas he tenido que seguir unas cuantas indicaciones y, cuando me he querido dar cuenta, ya estaba hecho. Son de agradecer tantas facilidades, porque pocas cosas me dan más pereza en esta vida que leer instrucciones. Creo que fui una de las últimas personas en tener reproductor de CDs en España, no por fidelidad al vinilo y su entrañable sonido a freidora del McDonald's, sino por vaguería, por no tener que aprender a usarlo. A mí, las explicaciones en plan Coco el de "Barrio Sésamo" o me pierdo.

El objetivo de este blog es, como su nombre indica, recopilar fobias personales y ajenas. ¿Qué es una fobia? Según la Real Academia: (1) aversión obsesiva a alguien o a algo; (2) temor irracional compulsivo. !En efecto! Por fobia me refiero al odio más visceral que se pueda sentir sin un motivo especialmente razonado. Por ejemplo, puedes odiar a Bin Laden y a Ramoncín, pero, si lo analizas detenidamente, te sorprenderá darte cuenta de que el odio que sientes hacia el primero es un odio lógico, meditado, que no te saca de quicio. Sin embargo, al hacer lo propio con el Rey del Pollo Frito, el Gran Tertuliano, el Padre de la Modernidad, descubres que pierdes los nervios, que algo te corroe las entrañas, que te darías cabezazos contra la pared porque prefieres morir a dedicar un segundo más de tu vida a pensar en semejante individuo.

Otro ejemplo: abres el periódico, ves una foto de Bush y piensas: "Menudo hijoputa; ¿cómo puede estar el país más poderoso del mundo gobernado por un chimpancé?". Como máximo, pasas página. Ahora bien, estás comiendo en un bar y el tipo de al lado se pone a hablar mientras mordisquea, juguetea o simplemente mueve entre sus babosos labios un palillo usado... ¿Acaso no te entran ganas de abalanzarte sobre la barra, arrebatarle el cuchillo jamonero al camarero y hacer que Hannibal Lecter parezca un boy scout a tu lado?

Pues bien, fobias como éstas son las que quiero recoger en este blog, porque, como diría un psicólogo pedante (o sea, como diría un psicólogo), no hay como verbalizarlas (pondría esta palabra en cursiva o negrita, pero no sé hacerlo) para que dejen de reconcomernos y el nazi intransigente que todos -nos declaremos de izquierdas o de derechas, del Madrí o del Aleti, tigres o leones, de los Beatles o de los Rolling- llevamos dentro se calme un rato, al menos hasta que se plantee su próxima fobia. "Mejor desbarrar que subirse a una azotea a pegar tiros" sería un buen lema para este blog, en el que, no obstante, espero ir refiriéndome también a todos esos amores, pasiones y aficiones que acaban floreciendo como rosas en un vertedero (qué pedante: ¿seré psicólogo?).

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