domingo, 25 de marzo de 2007

"300" finalmente

Ayer fui a verla, finalmente. Confirmada su condición de película friki por la cantidad de gente sola que había en el cine. Con mi suerte habitual, el tío de al lado portaba ración king-size de palomitas, que le hubiera insertado por vía rectal gustosamente. En su favor hay que decir que las devoraba con tanta fruición que, cuando empezó la película, se le habían terminado (entonces, ¿dónde queda la excusa habitual de este tipo de gente de que hay películas, como "300", que precisan del acompañamiento de palomitas?).

En la primera escena, un tipo examina a un bebé en busca de imperfecciones que justifiquen arrojarlo por un precipio. En la siguiente, un cachas le suelta un hostión a un niño que lo tumba. A partir de ahí, violencia in crescendo, centrada principalmente en las sucesivas batallas entre una panda de psicópatas neonazis (los 300 espartanos) y una multitud de freaks de la peor especie (250.000 según la Delegación del Gobierno, un millón según la Comunidad). Al frente de los primeros, el rey Leónidas y su coletita abertzale; comandando a los segundos, el rey Jerjes, una especie de Reina del Carnaval de Tenerife con piercings muy denterosos por toda la cara. Como he leído en otros blogs, en mi sesión los espectadores también nos descojonamos cuando Jerjes, posando sus manos sobre los hombros de Leónidas, se autodefine como "divino", en una de las escenas más gays de la historia del cine de acción.

Poco más que añadir, que, como digo, los blogs están saturados de comentarios sobre "300", y eso que la estrenaron ayer. Básicamente que, al lado de las batallas aquí rodadas, las de "El señor de los anillos" parecen el Love Parade; que el argumento es más simple que el discurso de Acebes o Pepe Blanco; que los diálogos convierten a "Los bingueros" en una obra de Shakespeare, y que todo se reduce a un espectáculo visual de primera magnitud. Sin haberme convencido del todo anoche, cuando salí del cine, hoy no puedo evitar que determinadas imágenes vuelvan a mí recurrentemente, señal de su carácter único. En fin, que pasé el rato, que era de lo que se trataba.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Crítica de cine popular
Andén 2 de Atocha, 8.52. Entrada al tren de Chamartín

"Joer, anda que no estaba buena la reina esa, macho. Te ponen esos pibones... claro, ahí le dice el Leónidas, que menudo cabrón, dice: total, me tengo que ir a la guerra, pues le echo un palo a la tía esta pa' los 15 días. Ahora, que hijos de puta como ponen al Xerxes de maricón. S'han paso estos yankis, porque le ponen mu maricón, pero mucho. Así no me extraña que estén los iraníes tó jilaos... además, les ponen de perdedores... toa la puta película de culo de botella los iraníes..."

La señorita espartana dijo...

jejeje pues a mi me ha encantao, a pelis asi lo mejor es no buscarles mucha explicacion, es como comersé un bombón, q sabes q muy bueno no es, pero el gustillo que da... ;)
na mas q decir q como tia reivindico esta peli como una peli para tias completamente, q por fin sé lo que sentís vosotros al ver cosas como los vigilantes de la playa y q a ver si hacen mas pelis de maromos descamisaos, q falta nos hace...
y como despedida solo queda por decir: ESTO ES ESPARTA!!!! zascaaaa